Hace ya algún tiempo varios educadores levantábamos nuestras voces para señalar como las universidades se disputaban a sus posibles alumnos estando estos aún en edad escolar. Podíamos encontrar virtuales universitarios que habían ingresado a mas de una casa de educación superior, aún cursando el quinto de media. Es decir, para las universidades les resultaba difícil entender que mas allá de los intereses económicos, mas allá de la competencia en este libre mercado, mas allá de sus propios intereses particulares, estaba el alumno que sin haber cerrado el ciclo escolar; que incluye elementos afectivos, sociales, pedagógicos entre otros ya estaba siendo jaloneado por la universidades. Tampoco importaba que nuestros alumnos se sientan mas estresados ante las presiones de distintas ofertas y con ello que algunos padres de familia hicieran también lo suyo con el ¨ ingreso ¨ adelantado a la universidad.
Luego de varios años de padecer esta situación, y de denodados esfuerzos por los colegios y el sentido común, el gobierno a través del ministerio de educación zanjó el tema cortando por lo sano: las universidades deben esperar su turno, deben tener el buen tino de acercarse al alumno en el momento adecuado, es decir, cuando hubiera acabado con la etapa escolar.
Recientemente y luego de unos pocos meses de calma, las universidades contraatacaron; el esquema es el mismo con algunas ¨ ventajas ¨: ingreso directo, un porcentaje de beca, cursos de nivelación gratuitos, liberación de llevar ciertas asignaturas entre otros. Todo esto dirigido estratégicamente a colegios de un sector económico ¨ preferente ¨.
El tema sigue siendo el mismo; estamos en un mercado agresivo donde mas allá del criterio pedagógico y humano opta por los intereses económicos, donde las universidades están dispuestas a todo por conseguir clientes que puedan cubrir costos, donde la educación es sometida por intereses particulares, donde desgraciadamente los entes educadores claudican ante las necesidades inmediatas de la economía y renuncian a pensar realmente en el país.
¿Por qué no pensar a futuro estableciendo un gran proyecto que convoque a todos los que recibimos la oportunidad de la educación? ¿Por qué no congregar esfuerzos académicos, en el que intelectuales de todo orden unidos piensen en términos que se orienten a potenciar a nuestros jóvenes en una recta formación?
Hagamos nuevamente un llamado al ministerio y a los nuevos responsables de la educación en nuestro Perú, a las universidades que quedan con verdadera vocación pedagógica, a los colegios para que unidos den una respuesta coherente y sean los gestores de una nueva visión de la educación. Hoy quizás más que nunca, deben ser las escuelas las que esta vez den el ejemplo, consolidando una respuesta firme en defensa de sus fueros, en defensa de los miles de alumnos que tienen a su cargo.
Recordemos que la educación es un trabajo de artesano y asumamos el rol protagónico que recogimos de nuestros propios maestros.
lunes, 5 de enero de 2009
¿Vigencia de Freud?
Desde hace ya mucho tiempo no son pocos los especialistas que han levantado su voz para interpelar duramente los planteamientos de Freud. Ciertamente resulta osado, por decirlo menos, tratar de interpretar toda la realidad humana a partir de los principios que él postulaba, como son el instinto de muerte y el instinto sexual, por decir los fundamentales, y que sirven para sustentar aquellas increíbles ¨interpretaciones¨ de la vida en la que el psicoanalista, se toma la libertad de explicarnos los nuevos traumas, complejos, taras y tabús que ellos dicen que tenemos. Como dice mi amigo Facundo: ¨ En la universidad nos enseñaron que el amor que le tenía a mi madre era un complejo ¨.
Visión, que además de carecer de todo sustento científico, ofrece al hombre una pobreza de contenidos ontológicos pocas veces mantenidas en la reflexión psicológica. Sin embargo, estos postulados sirvieron para justificar y todavía lo hacen, a quienes pretenden utilizar el hecho de la sexualidad, por ejemplo, como un elemento manipulador y justificador de distintas posiciones sobre las que se han elevado intereses particulares donde la ganancia económica, una vez mas, rinde sus frutos.
El hombre moderno caracterizado por su racionalismo curiosamente le abre espacio a la magia del psicoanalista para saciar desde allí su eterna necesidad de trascendencia. Ciertamente de la magra consistencia que Freud tuvo en el análisis psicológico; sólo quedan unos tristes rezagos, aún vigentes en cierta parte una sociedad que pretende manipular al hombre con intereses absolutamente ajenos a su propia naturaleza.
Visión, que además de carecer de todo sustento científico, ofrece al hombre una pobreza de contenidos ontológicos pocas veces mantenidas en la reflexión psicológica. Sin embargo, estos postulados sirvieron para justificar y todavía lo hacen, a quienes pretenden utilizar el hecho de la sexualidad, por ejemplo, como un elemento manipulador y justificador de distintas posiciones sobre las que se han elevado intereses particulares donde la ganancia económica, una vez mas, rinde sus frutos.
El hombre moderno caracterizado por su racionalismo curiosamente le abre espacio a la magia del psicoanalista para saciar desde allí su eterna necesidad de trascendencia. Ciertamente de la magra consistencia que Freud tuvo en el análisis psicológico; sólo quedan unos tristes rezagos, aún vigentes en cierta parte una sociedad que pretende manipular al hombre con intereses absolutamente ajenos a su propia naturaleza.
¿Qué le pasa cadete?
Entrando ya en la recta final esta elecciones, donde el mayor ejercicio democrático de nuestro país está por definir al presidente, encontramos al señor Ollanta Humala haciendo uso de los penosos recursos, lejanos a toda disciplina militar o siquera al decoro cívico; exacerbando a nuestros hermanos mas necesitados.
En efecto, sin escatimar esfuerzos lo encontramos en plazas públicas, pancartas, volantes, declaraciones y viajes donde nos presenta las distintas facetas de una persona que recurre a todos los artificios necesarios para lograr su objetivo: ocupar el sillón de mando.
Lo hemos visto a lo largo de su campaña en distintas poses que ha ido asumiendo conforme los tiempos y contratiempos. Ha acusado a la institucionalidad de un gobierno mientras gozaba de sus beneficios en Francia, cuestionado también en su función de militar en zonas donde la ley era propuesta por propia mano, desconocer las afirmaciones de sus propios partidarios, luego renunciar al evidente origen familiar que lo formó, mas adelante asumir el rol de víctima frente a la acusaciones y la poca propaganda que los medios de comunicación le da; medios a los que no ofrece entrevistas, y polémicas a las que no se quiere enfrentar por estar de ante mano ya orientadas.
Las estrategias políticas en su caso han cubierto un sin fin de recursos, desde actitudes dogmáticas y autoritarias, hasta la inocencia mas cruda frente a las propias responsabilidades. Es interesante también como maneja a su antojo la imagen del militar, en otros casos muy respetables, pero en el suyo apuesta por una astuta flexibilidad que pareciera carecer de la nobleza y capacidad de servicio y sacrificio que hemos recogido en héroes que han servido de ejemplo para todos los peruanos.
¿Hasta cuando seguirá este señor corriéndole a la confrontación igualitaria que la verdad necesita? ¿Hasta que punto llevará su predica violenta basada en las necesidades fundamentales de nuestros hermanos peruanos? ¿Hasta donde las amenazas levantadas a diestra y siniestra podrán llegar?
Ciertamente se trata de propuestas, de construir un país que reclamamos diariamente, de edificar un horizonte desde el que los peruanos podamos atisbar en unidad un verdadero proyecto de país sólido, y esperanzador.
En efecto, sin escatimar esfuerzos lo encontramos en plazas públicas, pancartas, volantes, declaraciones y viajes donde nos presenta las distintas facetas de una persona que recurre a todos los artificios necesarios para lograr su objetivo: ocupar el sillón de mando.
Lo hemos visto a lo largo de su campaña en distintas poses que ha ido asumiendo conforme los tiempos y contratiempos. Ha acusado a la institucionalidad de un gobierno mientras gozaba de sus beneficios en Francia, cuestionado también en su función de militar en zonas donde la ley era propuesta por propia mano, desconocer las afirmaciones de sus propios partidarios, luego renunciar al evidente origen familiar que lo formó, mas adelante asumir el rol de víctima frente a la acusaciones y la poca propaganda que los medios de comunicación le da; medios a los que no ofrece entrevistas, y polémicas a las que no se quiere enfrentar por estar de ante mano ya orientadas.
Las estrategias políticas en su caso han cubierto un sin fin de recursos, desde actitudes dogmáticas y autoritarias, hasta la inocencia mas cruda frente a las propias responsabilidades. Es interesante también como maneja a su antojo la imagen del militar, en otros casos muy respetables, pero en el suyo apuesta por una astuta flexibilidad que pareciera carecer de la nobleza y capacidad de servicio y sacrificio que hemos recogido en héroes que han servido de ejemplo para todos los peruanos.
¿Hasta cuando seguirá este señor corriéndole a la confrontación igualitaria que la verdad necesita? ¿Hasta que punto llevará su predica violenta basada en las necesidades fundamentales de nuestros hermanos peruanos? ¿Hasta donde las amenazas levantadas a diestra y siniestra podrán llegar?
Ciertamente se trata de propuestas, de construir un país que reclamamos diariamente, de edificar un horizonte desde el que los peruanos podamos atisbar en unidad un verdadero proyecto de país sólido, y esperanzador.
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