En vacaciones…continuamos educando

Se solía pensar que el período vacacional constituía un tiempo en el que nuestros hijos podían hacer todo lo que en tiempo de colegio no les permitía; esto es: dormir hasta muy tarde, dedicar gran cantidad de horas a los video juegos, a la televisión, no acercarse mas a ningún libro; en fin, las vacaciones era la licencia ganada para hacer solo lo que saliera del deseo del niño.

Ciertamente además del descanso, el período vacacional ofrece una importante fuente de formación de distintos órdenes para nuestros hijos. El término diversión viene del latín ¨diversio ¨, que se orienta a cambiar de versión, realizar otra actividad; es decir que no es equivalente a lo que en algunos casos suceden en las vacaciones con nuestros hijos, no hacer nada.

El concepto tácito del que Carl Jung hacia referencia como el inconsciente colectivo, maneja conceptos como ¨ solo en el colegio se educa ¨ o que la educación es lo que sucede en el colegio y no en la casa, aunque de alguna manera existe es erróneo. Es importante entender que en las vacaciones seguimos educando, solo que esta educación ocurre bajo otras circunstancias, de tipo mas familiares. Por ello los padres de familia tenemos que participar de manera exclusiva en esta formación proponiendo actividades que se orienten a la integración familiar, mejorar los hábitos de vida, formar en la autonomía, entre otros.

Aprovechemos este tiempo particular en que podemos estar mas en familia, establezcamos medios concretos en el que podamos compartir instancias distintas, donde nos podamos conocer mas y mejor. Recordemos siempre que la mejor educación es la que se hace en primera persona y la insustituible es la que se recibe en el hogar.

Se trata de afirmar con la vida los valores que postulamos como familia, por ello todos los miembros de esta familia lincolina siempre nos sentiremos llamados para liderar el cambio y reafirmarnos en el compromiso de hacer en primera persona lo que corresponde hacer.


Eduardo Gildemeister R.H.